VorMel...

VorMel...
“Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron Siete Trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.” (Apocalipsis8, 2-5) Los nombres de los siete ángeles son Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Jofiel, Shamuel, Zadkiel. En la profecía, nadie habló de VorMel. O bien no es un ángel o bien tiene otra profecía que contar...

miércoles, 18 de marzo de 2015

El Vampiro, de Polidori

Descubir esta novela, muy anterior al Drácula de Bram Stoker, fue una sorpresa, pues me llevó a comprender que "hay vida más allá de Anne Rice". Aviso, por tanto, para navegantes: los que leais esta novela de Polidori nunca más, repito nunca más, volveréis a caer en las garras de la Rice, ni en sus ocurrencias neo-vampíricas.

El autor

John William Polidori (1795-1826) no era escritor; de hecho, fue médico y amigo de Lord Byron, con quien acudió en 1816 a Villa Diodati, cerca de Ginebra, a pasar unos días. Allí recibirían como invitados a Percy Shelley, su mujer Mary Shelley, la hermanastra de ésta, Claire Clairmont, una tal condesa Potocka y a Matthew Lewis... sí, habéis adivinado, el autor de "El Monje".

Fue un verano tormentoso y la noche del 16 de junio de 1816, no pudiendo salir de la villa, se pusieron a leer un libro de Polidori titulado Phantasmagoriana y alquien tuvo la feliz idea de proponer que cada uno escribiera una historia de terror. De ahí surgirían el "Frankenstein", de Mary Shelley y "El Vampiro", de Polidori. Nadie más concluiría su labor. Lord Byron esbozaría un relato titulado "El entierro", pero que quedaría inacabado.

Parece ser que Polidori intentó dedicarse a la literatura, pero con excaso éxito. Byron terminaría humillándolo y la relación de ambos terminaría pronto. No se sabe exactamente qué motivos le llevarían a suicidarse con 26 años pero sí es cierto que el sucidio le coronaría como prototipo de caballero de la época del romanticismo. Sí que se sabe que, tras ser despedido por Bayron y retornar a Inglaterra, intentó ser admitito en un monastario con intención de recluirse, pero el prior -conocedor de los escándalos vividos en compañía de Byron- se lo desaconsejó ¿no es romántica su vida?. Se han perdido los diarios de viaje que escribió en compañía de Byron porque la tonta de su hermana los quemó por miedo al escándalo.

El Vampiro 

No sería hasta tres años más tarde de su redacción, en abril de 1819, en que la novela sería publicado en la New Monthly Magazine que, por error, lo atribuiría a Lord Byron. Nuevo disgusto, pues tardaría tiempo de deshacerse el equívoco.

Y, sin embargo, Polidori tiene una importancia trascendental en la historia de la literatura vampírica. y es que, hasta entonces, el vampiro, ser monstruoso, legendario, y que ya habría hecho sus apariciones en el mundo greco-romano, eslavo -por supuesto- e incluso en China, ese monstruo pasa, con Polidori, a "aristocratizarse", a aparecer como un gentleman. El vampiro deja de ser un monstruo y se convierte en un caballero, con sus peculiaridades, sí, pero un caballero capaz de frecuentar salones, viajar en carroza de caballos, vestirse como un dandy, enamorar a hombres y mujeres y despertar pasiones. Y estas características, sin duda, influirían en el Drácula, de Bram Stoker y en el imaginario romántico posterior que vería a los vampiros, lejos de algo monstruoso, como seres admirables.

El vampiro también tiene algunas similitudes con la obra de  Goethe La novia de Corinto, pero este en versión femenina. Parece ser, además, que Polidori se documentó en un libro de Augustin Dom Calmet (1672–1757) llamado Tratado sobre los vampiros (Treaty on Vampires, undead and Revenants). Por lo demás, el estilo es algo infantil, obviamente se nota que Polidori no era novelista más que por afición e, inevitablemente, pone el cándido final pone una sonrisa en nuestros labios cuando se ve obligado a aclarar que todo lo sucedido se debió a "un vampiro".

El argumento parece algo confuso: Aubrey, un joven inglés, conoce a Lord Ruthven, un hombre de origen misterioso que ha entrado en la sociedad londinense. Aubrey acompaña a Ruthven a Roma, pero lo deja después de que Ruthven seduce a la hija de un conocido mutuo. Aubrey viaja a Grecia, en donde él se siente atraído a Ianthe, la hija de un posadero. Ianthe le dice a Aubrey sobre la leyenda del vampiro. Ruthven llega a la escena y poco después Ianthe es asesinada por un vampiro. Aubrey no conecta a Ruthven con el asesinato y se vuelve a reunir con él en sus viajes. La pareja es atacada por bandidos y Ruthven es herido de muerte. Antes de morir, Ruthven hace que Aubrey jure que no va a hablar de su muerte ni cualquier otra cosa relacionada con él por un año y un día. Aubrey regresa a Londres y se sorprende cuando Ruthven aparece poco después, sano y salvo. Ruthven le recuerda a Aubrey su juramento de mantener su muerte en secreto. Ruthven entonces comienza a seducir a la hermana de Aubrey. Éste incapaz de proteger a su hermana, tiene una crisis nerviosa. Ruthven y la hermana de Aubrey deciden casarse el día en que termina el juramento de Aubrey. Justo antes de morir, Aubrey escribe una carta a su hermana revelándole el secreto de Ruthven, pero no la carta no llega a tiempo y Ruthven logra casarse con la hermana de Aubrey. En la noche de bodas, la descubren muerta, sin sangre - y Ruthven ha desaparecido.

¿Novela gótica o novela no gótica? 

En el Vampiro faltan algunas de las características básicas de la novela gótica: la trama no gira en una localización medieval, ni en una edificación tipo castillo o abadía. Sí que es una trama hija del romanticismo y no faltan las crisis nerviosas en las pocas damas que salen... esas "enfermedades góticas" tan maravillosas...El elemento sobrenatural, sin duda, está presente en la misteriosa figura del vampiro, Lord Ruthven, de quien nadie sabe de dónde viene ni adónde irá. Hace, eso sí, acto de presencia en los mejores salones de Londres encandilando a todo el mundo -erotismo larvado-. Y, bueno, sí, concedámoselo, provoca en el lector un ligero "uncanny", especialmente cuando imaginamos esos "áridos páramos de Grecia" y quién o qué pueda salirnos al encuentro de nuestra carroza. Por cierto, que el viaje, para el joven Aubrey, tiene toda la pinta de un viaje iniciático, pues no va a ser nunca más el mismo. Profunda simbología.

Justo es decir, a favor de Polidori, que influyó mucho en la literatura posterior dedicada al tema vampírico a través de la figura de Lord Ruthven, que serviría de inspiración para muchas novelas y relatos de vampiros posteriores, como Carmilla (1872) de Sheridan Le Fanu, El vampiro (1851) de Alejandro Dumas (autor éste también de La dama pálida y que se inspiró en la figura de Lord Ruthven para su novela El conde de Montecristo) y Berenice de Edgar Allan Poe, al igual que influyeron en Gogol y en Tolstoi (La familia del vurdalak) y, sobre todo, en Drácula de Bram Stoker.

Sólo por eso, esta novela bien merece la pena ser leída y considerada en nuestra lista de novelas de literatura gótica.


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