VorMel...

VorMel...
“Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron Siete Trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.” (Apocalipsis8, 2-5) Los nombres de los siete ángeles son Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Jofiel, Shamuel, Zadkiel. En la profecía, nadie habló de VorMel. O bien no es un ángel o bien tiene otra profecía que contar...

lunes, 21 de noviembre de 2011

Una novela: Drácula, de Stoker

Como casi todo en nuestra sociedad de consumo, los grandes temas de terror vienen y van por modas. Primero revivió el vampirismo, después las novelas y películas de zombies y, próximamente, se prevé que inunde los mercados editoriales un nuevo género: la "distopía", de la que hablaré en otro post futuro.
Por el momento, comentar que, ahora que está pasando la moda de los vampiros (me niego a incluir la saga de "Crepúsculo" en el género vampírico), me empiezo a interesar yo por el tema y, ¿qué mejor que empezar por el comienzo, o casi?

Drácula, de Bram Stoker, es una novela escrita en estilo epistolar, es decir, por medio de cartas o diarios, en 1897. La edición que acabo de leer es la de Bruguera de 1970 que ha llegado a mis manos de una forma curiosa: alguien la dejó abandonada en el portal de mi casa. Así, como suena. Y, naturalmente, fiel a mis raíces de Lavapiés, procedí a recuperarla, forrar el libro y plantearme qué hacer una vez leído: si incorporarlo a mi biblioteca o dejarlo en el banco de algún parque para que continúe su viaje.

Menciono la edición porque es de las afortunadas que incorporan un preámbulo con un cuento terrorífico, "el invitado de Drácula", se titula, y que no todas las ediciones añaden. No está claro si este cuento es obra del propio Stoker, de su mujer o del editor.

Stoker, al parecer, se basó en el verdadero personaje histórico de Drakul, en las creencias supersticiosas populares de la Europa Oriental, en algunos antecedentes literarios (en Varney el vampiro, de Malcom Ryer, y en los textos de Polidori, Charles Nodier, Hoffmann, Samuel Coleridge, Sheridan Le Fanu y Teophile Gautier). También, se posible, que se inspirara en la leyenda de la condesa húngara Erzsébet Báthory (1560-1614), de quien se dice que bebía y se bañaba en sangre, creyendo que le devolvería la juventud. Publicaba avisos en los que solicitaba doncellas para integrar su corte, a las que luego asesinaba y quitaba la sangre.


 Los personajes del Drácula de Stoker son los siguientes:

 - Jonathan Harker; pasante de abogado inglés que acude al castillo de Drácula de parte de su  jefe, para asesorar al conde sobre determinados procedimientos jurídicos ingleses y, en particular, sobre el procedimiento de compra de una propiedad inglesa que desea el conde y otros protocolos para enviar por barco determinada mercancía. Comprometido con Mina Murray, vivirá una terrible experiencia en el Castillo que plasmará en su diario.

- Mina Murray, novia del anterior y también pasante en el mismo bufete. Amiga de Lucy Westenra. Por medio de su diario y cartas irá primero anotando los extraños sucesos que le ocurren primero a Jonathan y después a Lucy. Cuando Drácula llegue a Londres, será víctima del mismo, al ser chupada su sangre y serle inoculada la propia sangre del vampiro (a esto se le llama "bautismo de sangre del vampiro").  A punto de ser convertida en vampira será necesario acabar con el conde para evitarlo.

- Lucy Westenra: prometida de Arthur Holmwood (Lord Godalming), recibe a Mina en su mansión de Whitby durante una temporada para que ésta descanse, preocupada por la falta de noticias de Jonathan desde Transilvania. Paulatinamente, comenzará a mostrar debilidad, falta de apetito, dos orificios en el cuello, palidez, sonambulismo. Tras recibir dos transfusiones de sangre con ayuda del doctor Van Helsing, que la atiende, sus síntomas continuarán hasta morir. El doctor descubrirá que Lucy es, sin embargo, una no-muerta, que despierta por la noche y se alimenta de la sangre de niños. Finalmente, se la devolverá a la paz eterna clavándola una estaca en el corazón, decapitándola y llenándola la boca de ajo.

- Abrahan Van Helsing.  Doctor holandés, experto en enfermedades misteriosas y dotado de ingenio y conocimientos para sospechar de los síntomas del vampirismo. Ayudará primero a Lucy, y después a organizar la caza y destrucción de Drácula. Para ello, depositará un trozo de Forma Sagrada (Hostia consagrada) en cada uno de los ataudes que Drácula utiliza en Londres para descansar y, cuando éste, huye de vuelta a Transilvania, le perseguirá hasta dar con él.

- Y, por supuesto, el Conde Drácula. Poco se dice en la novela de su origen. En las cartas del doctor Van Helsing, sí parece que lo relaciona con el auténtico e histórico Drácula, pero nada se dice acerca de cómo se transformará en vampiro, aparte de unas supuestas energías que fluyen debajo de su castillo. El vampiro, sólo vive de noche, pues durante el día, debe dormir en un ataud que debe contener tierra sagrada de su patria. Se alimenta sólo de sangre, la cual no sólo le ayuda a sobrevivir sino también a rejuvenecerse. No se refleja en los espejos, se hace obedecer por los animales y puede adoptar la forma de ellos: murciélagos, lobos... también de niebla oscura. Tiene una fuerza sobrenatural y está dotado de telepatía y poder mental. Pierde facultades durante el día, y se le puede dominar por medio de ristras de ajo, crucifijos, la Sagrada Forma consagrada y agua bendita. Para que muera realmente, es necesario que se le clave una estaca en el corazón y se le decapite.

El estilo de la novela es el propio de finales del siglo XIX; quizá un poco lento, para nuestro gusto actual pero que si nos armamos de paciencia cuando describe, por ejemplo, "la belleza del sol que, acariciando las cumbres de los Cárpatos, tiñe de colores la nieve que depositada sobre el duro y helado suelo" lograremos con la imaginación meternos en la novela y disfrutar de una narrativa interesante, que logrará manternernos en vilo hasta el final.

Y no digo más. Mi próxima novela dará un salto en el tiempo y me enfrentaré con Anne Rice a la que, ya de entrada, acuso de no mantener la tradición vampírica de Stoker, Polidori, Hoffman o Colderidge. Pero, qué le vamos a hacer, el Drácula de Stoker, probablemente, poco tenga que ver con Brad Pitt, Tom Cruise o, definitivamente no, con Antonio Banderas. Pero eso será otra historia.

4 comentarios:

  1. Efectivamente Stoker supo plasmar lo que serían las bases de la concepción moderna del vampirismo. A través de ella, el mundo de la literatura y del cine han sabido desarrollar el arquetipo vampírico, y ha llegado hasta nuestro días.

    Muy buen artículo, caballero.

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  2. Gracias, caballero. Me gustaría estudiar un poco sobre las propias fuentes de Stoker. Creo que hay mucho e interesante anterior a él.

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  3. http://www.youtube.com/watch?v=TJz-gmRrDQI

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  4. El tipo de escritura sobrecargado que comentas lo catalogan los ingleses como gótico.
    En el ingles como norma general prescinden de tantos detalles al escribir, vamos que el Quijote lo redactarian en la mitad de páginas.

    En mi caso agradezco este tipo de escritura sobrecargada ya que enriquece el texto.

    A Bram Stoker le paso con Drácula como a Sir Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes... que el personaje llego a desbordar al escritor.

    No obstante Bram Stoker escribio varias historias cortas de lo mas selecto que he visto. Pero eso lo dejo en manos de vosotros para buscar y averiguarlo.

    Un saludo y muy buen articulo.

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