VorMel...

VorMel...
“Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron Siete Trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.” (Apocalipsis8, 2-5) Los nombres de los siete ángeles son Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Jofiel, Shamuel, Zadkiel. En la profecía, nadie habló de VorMel. O bien no es un ángel o bien tiene otra profecía que contar...

jueves, 22 de diciembre de 2011

Lestat el Vampiro (Crónicas Vampíricas), de Anne Rice, o como publicar una novela al peso.

He terminado de leer la novela "Lestat el Vampiro" (797 páginas, publicada en 1994 en "Ediciones B"). Es el segundo contacto que tengo con Anne Rice, tras la película "Entrevista con el vampiro", que ya comenté hace unos días.

Supongo que estas películas y novelas están ya pasadas de moda y, posiblemente superadas pero es que a mí, el gotiqueo me ha llegado tarde. Está siendo, digamos, algo parecido a las vocaciones tardías.

Tengo sentimientos enfrentados en relación con esta novela. Por un lado, comencé con todo el entusiasmo, en un afán por ponerme al día en el tema vampírico, bajo la interpretación de Anne Rice. Pensaba que me encontraría con un desarrollo de las facultades del vampiro ya pinceladas por Bram Stoker pero quizá actualizadas a nuestros tiempos, todo ello, salpimentado con escenarios góticos, ropa de terciopelo y seda negra, cabellos largos y brillantes... la imagen romántica del vampiro, vamos.

La realidad es que, en dos o tres ocasiones, he tenido la tentación de abandonar la lectura de esta novela; tentanción en la que finalmente no caí, pero que sustituí por una "lectura en diagonal" de los pasajes más aburridos. Y es que, me he quedado con la sensación de que esta novela está escrita bajo un encargo de "al peso". Te encuentras con páginas y páginas que, no sólo no aportan nada a la historia central sino que, me da la impresión, de que la propia escritora se lía a sí misma y deja cabos sueltos. Así, por ejemplo, se supone que Lestat se marcha a América para ver a su padre, que allí fue, ya anciano, huyendo de la Revolución Francesa. Lestat mantiene una larga conversación con Gabrielle, su madre, que intenta persuadirle para que no vaya; esto tiene lugar en Egipto. Allí se enreda, encuentra a Marius, relata la larga historia de Marius, finalmente Lestat se marcha a América por otros motivos, pero no habla nada de su padre, tema que queda colgando. Y, como este ejemplo, otros muchos.

La trama principal, que es la vida de Lestat, se ve entrelazada con otras muchas vidas. La suya propia, antes de ser convertido en vampiro. La vida de Magnus -antes, durante y después de ser convertido en vampiro-, la vida de Armand -antes, durante y después de ser convertido en vampiro-, la vida de Marius -antes, durante y después de ser convertido en vampiro-. Finalmente, de una forma un poco forzada presenta en escena a Louis (el personaje interpretado por Brad Pitt en "Entrevista con el vampiro") para, de alguna manera, enlazar ambas historias.

Otra crítica que hago a la historia es el papel de "Los Hijos de las Tienieblas" que, después, en la película, volverán a aparecer en el "teatro de los vampiros", y que actúan bajo el dominio de Armand. Aunque les dedique entre 60 y 160 páginas, no queda claro quiénes son, porqué creen en lo que creen y porqué ese odio hacia Lestat... aunque parece que les molesta que no viva oculto en un cementerio y que se mezcle entre los humanos... pero la historia no se sostiene demasiado.

Por otro lado, por decir algo positivo, es notable la imaginación que desborda en buscar un origen al vampirismo... aunque la fantasía se le va y, ni más ni menos, sitúa en el mito de Isis y Osiris a los primeros vampiros, en la figura de un faraón y de su mujer: Enkil y Akasha, que con el tiempo serían los enigmáticos "Los Que Deben Ser Guardados". También me parece interesante el que asocie cada dios de la antigüedad, sea egipcio, griego o celta con un vampiro, de los superiores, los que han bebido la sangre de Akasha.

No me veo capaz de hacer una crítica seria. Si alguien me preguntara si le recomiendo la lectura del libro le diría que lo hiciera si busca una lectura fácil y si tiene tiempo. Quizá pueda ser una buena novela para las vacaciones de navidad... No dudo de que el libro puede alimentar la imaginación de los que nos confesamos aficionados al tema vampírico. Si se busca algo más elaborado, o no se dispone de tanto tiempo, desaconsejaría el libro en cuestión. Cosa distinta es calificarlo de buena literatura, lo cual dejaria a los expertos. Lo que sí puedo decir es que, personalmente, no tengo previsto volver a leer nada de Anne Rice en los próximos meses ¿o años?

Por cierto, te gustará más la novela si haces un decidido esfuerzo por no ponerle a Lestat la cara de Tom Cruise. Ni a Armand la de Antonio Banderas. Con Louis, puedes hacer lo que quieras; total, para lo que sale...

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