VorMel...

VorMel...
“Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron Siete Trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.” (Apocalipsis8, 2-5) Los nombres de los siete ángeles son Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Jofiel, Shamuel, Zadkiel. En la profecía, nadie habló de VorMel. O bien no es un ángel o bien tiene otra profecía que contar...

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Lo verdaderamente terrorífico. Al hilo, "La vida secreta de las palabras", de Isabel Coixet

El otro día, estuvimos viendo "La vida secreta de las palabras", de Isabel Coixet, una gran película, con una gran dirección e interpretación y que os recomiendo a todos. Al final de este post incorporo mi ficha personal. El tema que quiero traer hoy, que me surgió al hilo de esa película, es una reflexión acerca de cuál es el auténtico terror de hoy día.

 
Los pocos que visitáis este blog sabéis que me gusta el cine de terror. El tema vampírico me apasiona y el de los zombis, aunque aún no he publicado nada, también. Además, aunque me inquietan, debo afirmar que disfruto viendo películas sobre espíritus, demonología, etc. Me declaro fan de la trilogía de "Paranormal Activity", película que confieso, más miedo me ha producido.

 
Y, sin embargo, pienso que no es el cine o la literatura lo que más terror me produce. "La vida secreta de las palabras", que no es una película de terror, narra una de la muchas pesadillas de la historia del ser humano: el genocidio, reciente, en Bosnia y, su ensañamiento, con las mujeres y los niños. Véase la descripción del mismo en Wikipedia.

 
Podemos asustarnos con vampiros, con zombis, con demonios, espíritus pero, sin duda alguna, la peor pesadilla, el miedo más feroz y cruel,lo provoca el propio ser humano. Los peores genicidios de la historia (por número de víctimas, que si fuera por crueldad sería muchos más) son:
  • Colonización de América: Muertes estimadas: 5,830,000- 11,000,000
  • Genocidio Nazi: Muertes estimadas: 10,000,000 - 20,000,000
  • Holodomor (Genocidio Ucraniano: es el nombre atribuido a la hambruna provocada que asoló el territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania, durante los años de 1932-1933: Muertes estimadas: 2,500,000 - 10,000,000
  • Cambodia (Genocidio camboyano: el responsable del genocidio fue el régimen de los Jemeres Rojos, el partido político que gobernó la llamada Kampuchea Democrática de ideología maoísta entre 1975 y 1979, con una concepción extremista de revolución): Muertes estimadas: 1,700,000- 3,000,000
  • East Pakistan (Estas atrocidades fueron realizadas por el ejército de liberación durante la Guerra Indo-Pakistani en 1971): Muertes estimadas: 26,000 - 3,000,000
Una descripción más ampliada e histórica, puede consultarse aquí.

 
Si a eso añadimos la violencia cotidiana: la violencia de género (deploramos las palabras de la Ministra Ana Mato, que habla de "violencia en el entorno doméstico"), las víctimas por homofobia, xenofobia, etc., decidme, ¿no es la realidad más terrorífica de la ficción?

 
Y, aún hay más. Aparte del miedo, digamos primario, a perder la vida, existe otro pánico cotidiano a perder el puesto de trabajo, a no llegar a final de mes, a la enfermedad. Hay empresas que, sin estar en crisis, se aprovechan de la Crisis para reducir plantilla... ¿no es eso terror? Por otro lado, se dice que existe tecnología para desarrollar coches eléctricos desde hace 20 años, pero que estaban en manos de las multinacionales del petróleo... ¿no da miedo el daño que estamos haciendo al Planeta por la avaricia de unos pocos? Y podría seguir y seguir...

 
Hay instituciones que se encargan de calificar como "no aptas para menores" las películas de violencia, desde un punto de vista hipócrita, a mi parecer, porque la mayor carga de violencia, cinismo y terror es, sin duda, el Telediario.

 

La vida secreta de las palabras

 
Año: 2005
País: España
Género: Drama psicológico.
Director: Isabel Coixet
Guión: Isabel Coixet
Reparto: Sarah Polley, Tim Robbins, Javier Cámara, Leonor Watling, Sverre Anker Ousdal, Steven MacKintosh, Eddie Marsan, Christine Inge, Daniel Mays, Dean Lennox Kelly, Danny Cunningham, Emmanuel Idowu, Reg Wilson, Julie Christie
Productora: El Deseo, S.A. / Mediapro
Fotografía: Jean-Claude Larrieu
Música: Varios
Duración: 120'
Premios: 2005: 4 Premios Goya: Mejor película, director, guión original, diseño de producción

 
Sinopsis: En una plataforma petrolífera, aislada en medio del mar, donde sólo trabajan hombres, ha ocurrido un accidente. Una mujer solitaria y enigmática que intenta huir de su pasado (Sarah Polley) va hasta allí para cuidar de un hombre (Tim Robbins) que se ha quedado temporalmente ciego. Entre ambos nace una extraña intimidad, llena de secretos, verdades, mentiras, humor y dolor. Ninguno saldrá indemne de esta relación que marcará sus vidas para siempre. Una película sobre el peso del pasado. Sobre el silencio repentino que se produce antes de las tormentas. Sobre veinticinco millones de olas, un cocinero español (Javier Cámara) y una oca. Y sobre todas las cosas, sobre el poder del amor incluso en las más terribles circunstancias. (FILMAFFINITY)

 
Impresión personal: Sólo me queda por dar las gracias a Isabel Coixet por ayudarnos a no olvidar las miserias del ser humano, en este caso, producidad en el reciente genocidio en Bosnia ocurrido mientras en el resto de Europa, quizá, guardábamos silencio mientras ojeábamos el periódico confortablemente en el sillón de nuestra casa. Ojalá que sepamos poner los medios para que nunca más pasen estas cosas.

1 comentario:

  1. Sin duda el film es uno de mis favorito del cine español. Junto con Mi Vida sin Mi, de lo mejor de Coixet (lo unico reseñable, mejor dicho). Aborda el tema del genocidio en Bosnia desde un punto de vista muy personal, haciéndonos partícipes de la historia de Hanna, su protagonista.

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